Cuidar nuestro interior, en este caso no me refiero al comer y beber en forma sana.
Si no cómo hemos de alimentar nuestra mente, nuestro corazón, nuestro espíritu.
Creo, particularmente, que tiene que ver con el amor por uno mismo y el que damos
a los demás.
Para ello, debemos cuidar sobre todo, ese niño interior que todos llevamos dentro, para que
armonice con el adulto que somos.
La naturaleza humana es dinámica y sin embargo, todo lo que nos sucede, lo vivimos como permanente.
Para metabolizar estos cambios que tanto nos afectan, tenemos herramientas como la meditación
el yoga,la lectura o la música, ya que ésta conecta con nuestras emociones en forma directa.
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